martes, 23 de octubre de 2012

Comparando libros antiguos y nuevos

Al ser un tema muy amplio, para realizar mejor esta comparación de libros antiguos y nuevos de la educación, me voy a centrar en tres grupos comparativos. El primero de ellos lo forman los libros utilizados para la escuela desde 1931 hasta 1939, momento en el que se enmarca el periodo de educación que recibió mi abuela y que aparece en la entrevista realizada. Esta información la he sacado de los recursos proporcionados en Moodle: CEINCE y la Biblioteca MANES.

El segundo grupo que voy a comparar es el de los libros de editoriales como SM o Santillana, más parecidos a los que utilicé yo en  mi época escolar; y, por último, el tercer grupo comparativo está compuesto por recursos online, soft y páginas web destinadas a la educación infantil.

Tengo que aclarar también que me he ajustado a la enseñanza de la lectura, la prelectura y la lectoescritura sobre otras asignaturas.

Comencemos por los libros de caligrafía y escritura. En los manuales y cuadernos de los años 30 sorprende observar que la enseñanza no se centraba solamente en la escritura entendida como "el arte de escribir", sino que, por ley, se enseñaba una caligrafía común e igual para toda España. La forma de enseñar caligrafía de estos años no era muy diferente a la utilizada en España a principios de los 90, en mi época escolar, cuando se utilizaban aún cuadernos de caligrafía y hojas reticulares en las que teníamos que copiar y repetir las grafías de las distintas letras, mayúsculas y minúsculas, una y otra vez, siguiendo las pautas. Aún así encontramos una pequeña diferencia: en los años 90 no solo se usaban las hojas con mallas reticulares, también existían y, por desgracia, aún siguen existiendo, los libros de fichas. Éstos hacían quizá más amena la tarea al tener dibujos correspondientes a una letra en cuestión, o al contar con guías y flechas que que poco a poco iban desapareciendo y que nos indicaban cómo empezar a escribir la letra, pero no dejaban de seguir recurriendo a una metodología antigua de repetición, poco significativa para el aprendizaje de los niños.

Actualmente, los ejemplos de aprendizaje de escritura en las páginas web o en los recursos digitales para educación infantil, siguen sin haber cambiado en su esencia. No puedo negar que estos recursos resultan muchísimo más amenos, entretenidos y vistosos que los libros de fichas, pero la metodología continúa siendo la misma. Aún más, en mi opinión, considero que es una tarea bastante más difícil que la de repetir las grafías con papel y lápiz. En "El planeta animado", por ejemplo, los niños repiten las grafías de las letras con el ratón del ordenador, lo que implica una doble tarea motora: pulsar el botón y mantenerlo pulsado mientras se realiza el recorrido. Personalmente creo que es muy complicado mantener el pulso y realizar un recorrido limpio con el ratón de un ordenador.

En cuanto a la lectura y la prelectura opino que tampoco ha cambiado mucho la metodología, aunque sí los formatos. En los años 30 se utilizaban las llamadas cartillas de lectura y los silabarios. Estos libros tenían una edición muy mala si los comparamos con los de los años 90 o los actuales. Viendo los ejemplos que proporcionan los archivos de CEINCE y la Biblioteca MANES, la impresión que me he llevado ha sido de desorden y caos a la hora de exponer las distintas sílabas y las palabras que forman. En las ediciones de los libros de Santillana y SM vemos, como he dicho, que la metodología sigue siendo la descomposición de palabras en sílabas, pero el formato es más ordenado y claro, más vistoso en cuanto a ilustraciones y más apto, por tanto, para los niños de las edades de infantil. Entre las páginas web y soft de educación infantil observamos también esta metodología de separación por sílabas con la diferencia, muy positiva en mi opinión, de que el niño, al pulsar con el cursor sobre cada sílaba puede escuchar la pronunciación de la misma. En la lengua castellana puede parecer, a priori, que la pronunciación de las grafías es intuitiva, pero, según mi experiencia personal, no es así y esto causa confusión y frustración en los periodos de aprendizaje de lectura de algunos niños.

Sorprende además que en los archivos de CEINCE encontramos libros de lectura específicos para niñas, cuyo objetivo principal no era practicar la lectura, sino enseñar a las niñas, a través de los distintos personajes e historias, a comportarse según el rol de su tiempo. Esto llama mucho la atención pero es comprensible si nos trasladamos a la mentalidad de la época. Afortunadamente estas discriminaciones sí que han sido superadas en la actualidad, por lo menos en lo relativo a la lectura en las escuelas.

Me ha gustado especialmente el soft de "El caracol Serafín" como recurso para una enseñanza bilingüe por inmersión. Este soft ofrece la posibilidad de jugar con distintos idiomas, entre ellos el inglés. Un narrador de la edad de los usuarios lee todos los textos al posar el cursor sobre ellos en el idioma correspondiente. De esta manera los niños pueden escuchar el cuento del Caracol Serafín en inglés mientras intentan seguir el texto y se guían con la ayuda de las imágenes en movimiento.


En resumen, es obvio que los libros antiguos y modernos han evolucionado notable y positivamente en cuanto al formato pero considero que, por desgracia, estos cambios carecen de una revolucionaria evolución metodológica; incluso en las web y los soft de educación infantil se nota la ausencia de este cambio. En mi opinión, metodología y formato deberían ir de la mano para poder sacar el máximo partido a los recursos educativos. Aún así, es cierto que encontramos actividades muy interesantes en los distintos soft para la Educación Infantil. Éstas son interactivas, sencillas, vistosas y pueden ser realizadas tanto por los maestros frente a toda la clase, como por los niños ya que, al estar narradas, no necesitan de un alto nivel de lectura.

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